Qué es el Alquiler Social y por qué podría ser una alternativa para miles de jubilados sin vivienda propia

El Estado nunca aplicó esquemas de contención y protección para los adultos mayores que no poseen casa propia. La derogación de la Ley de Alquileres alejó aún más la solución.

Por: Florencia Arbeleche

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El acceso a la vivienda en la vejez se convirtió en un desafío creciente en Argentina, donde cada vez más adultos mayores dependen del mercado de alquileres para cubrir sus necesidades habitacionales. Entre 2004 y 2024, el número de jubilados que alquilan se duplicó, producto de la brecha entre el aumento de los precios de las propiedades y la disminución de los ingresos durante la vida activa. En este contexto, los alquileres sociales emergen como una posible solución para mitigar el impacto de la “inquilinización” en la calidad de vida de los jubilados.

Las barreras económicas y la falta de acceso a la vivienda

Históricamente, en Argentina, la mayoría de las personas lograban acceder a una vivienda propia durante su vida activa, lo que les otorgaba una seguridad habitacional en la vejez. Sin embargo, desde la crisis de 2002, esta tendencia comenzó a revertirse. El fuerte incremento en los precios de las propiedades, sumado al deterioro de los ingresos de la población activa, dejó a muchos sin la posibilidad de adquirir una casa.