Alquileres imposibles: la “generación boomerang”, obligada a vivir con los papás. Tejido en Popular
Es por la caída del poder adquisitivo, el alto valor de los alquileres y la poca accesibilidad a créditos hipotecarios. Para las inmobiliarias, a raíz de este fenómeno ya se habla de una “generación boomerang”.
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La caída del poder adquisitivo y el alto valor de los alquileres determina que cada vez más jóvenes vuelven a vivir con sus padres: 4 de cada 10 jóvenes de entre 25 y 35 años vive en la casa paterna porque no pueden acceder a una vivienda.
“Si bien es una realidad cada vez más presente en el mundo, en Argentina el problema se agrava por los bajos salarios y la poca accesibilidad a créditos hipotecarios”, señaló el operador inmobiliario Hugo Koifman, que indicó que a raíz de este fenómeno ya se habla de una “generación boomerang”.
Recientemente, un informe de la Fundación Tejido Urbano indicaba que el 35% de los jóvenes no había logrado emanciparse. La precariedad laboral, el aumento de los precios y las dificultades para acceder a una vivienda obligan a muchas personas a deshacer el camino de la emancipación
“La realidad es que no es un fenómeno sólo de Argentina sino también en Estados Unidos y Europa”, dijo Koifman que consideró que en el país hay una demanda latente de vivienda que no se está satisfaciendo.
La distancia que separa a los ingresos de los precios locativos se profundiza mes a mes. Según un informe del portal especializado Zonaprop, en septiembre los alquileres continuaron su carrera ascendente al registrar una suba de 4,4%, un punto por encima de la inflación general (3,5%).
El último relevamiento de Zonaprop determinó que alquilar un dos ambientes en la Capital cuesta en promedio unos $507.000 mensuales. Estos valores, sumados a las expensas consorciales, ponen a la vivienda cada vez más lejos del alcance de los ingresos medios de la población.
En este sentido, desde la asociación Inquilinos Agrupados advirtieron que esta situación está provocando un aumento de la suspensión de pagos por parte de los inquilinos y un crecimiento del desalojo judicial.
“Muchísimas familias, parejas o personas solas, que ya no pueden afrontar aumentos trimestrales atados a la inflación, buscan desesperadamente una habitación en vivienda particular, compartida con otros”, señalo un comunicado de la entidad.
Según Inquilinos Agrupados, otra consecuencia directa de la imposibilidad de acceder al alquiler de la vivienda es que “los jóvenes que tienen donde volver, lo hacen a casa de los padres o familiares, y otros simplemente quedan en la calle, invisibilizados”.
La Argentina triplicó la cantidad de familias inquilinas en las últimas tres décadas mientras el impacto del alquiler en el bolsillo del trabajador que alquila, es el más alto de la historia, dijo la entidad que dirige Gervasio Muñoz.
El déficit de vivienda en los grandes conglomerados urbanos es un problema que la Argentina arrastra desde hace décadas y que se vio agravado por la vigencia de una ley de Alquileres que tuvo como efecto disminuir drásticamente la oferta de inmuebles.
Hoy, con la derogación de esa polémica ley los propietarios volvieron al mercado locativo y la cantidad de avisos se triplicó con respecto a un año atrás.