CLARÍN: “Continúa la relocalización de las familias que viven debajo de la autopista Illía.”
La relocalización de los habitantes de ese sector de viviendas oscuras y húmedas no paró ni en pandemia. Pero algunos todavía no pueden irse porque tienen talleres o emprendimientos en las casas que deben dejar.
No es posible respirar en el interior de estas viviendas. El aire está viciado, es denso, se siente casi como si pudiera palparse. Jamás entra un soplo de viento y menos aún, un rayo de sol. Ruido, hollín y vibraciones son las condiciones habitacionales de las familias que habitan la zona en cuestión.
El proceso de mudanza de las familias que vivían en lo que todos llaman el “bajo autopista” se inició en julio de 2019. Y continuó -con intermitencias- incluso en plena pandemia de coronavirus, cuando quedó aún más en evidencia la inviabilidad de este sector del barrio. Fueron censadas unas 1.200 familias y para ellas se construyeron viviendas nuevas que están ubicadas en un terreno que se adquirió a YPF.
Todo este complejo, integrado por 26 edificios de entre tres y cuatro plantas y sin ascensores, se encuentra junto a la nueva sede del Ministerio de Educación de la Ciudad. La relocalización de las familias forma parte de la ley de urbanización de la villa. Esta ley además le dio nombre oficial a este enorme asentamiento humano, Barrio Carlos Mugica.
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