PLATAFORMA ARQUITECTURA: “El futuro del transporte público después de COVID-19”
Con la prometedora noticia de una posible vacuna que pronto podría devolver al mundo a una forma de vida semi-normal, surgen preguntas sobre cómo podría ser el futuro del transporte público. Si bien algunos predicen que pasarán años antes de que volvamos a las formas de la memoria muscular de empacar como sardinas en vagones de metro abarrotados durante las horas pico, no se trata solo de cómo las personas se sienten cerca unas de otras mientras se mueven por la ciudad. Tiene más que ver con cómo nuestros otros hábitos diarios, que han sido remodelados como resultado de la pandemia, podrían cambiar los objetivos generales de los sistemas de transporte público en todo el mundo. ¿Qué estrategias se podrían implementar para que la cantidad de pasajeros regrese a los niveles normales y para que el panorama de la movilidad vuelva a ser el lugar en el que estaba antes, a medida que la sociedad continúa experimentando cambios fundamentales?
El panorama de la movilidad no es solo una comodidad para muchos habitantes de la ciudad, en realidad es una necesidad. Si el éxodo de las zonas urbanas a los pueblos rurales se concreta, como muchos han predicho, los impactos en las personas de todo el mundo serían catastróficos. La expansión suburbana, un aumento en la contaminación generada por los automóviles a medida que más personas ocupan las carreteras y una lenta disminución de las tierras de cultivo urbanas utilizables, son solo la punta del iceberg de los impactos ambientales. Socialmente, los que se quedan atrás en las ciudades serán familias de menores ingresos que no pueden permitirse el traslado. Las disparidades raciales se agravarán aún más, el mercado laboral se contraerá y los servicios de tránsito, que ya enfrentan una grave falta de fondos, colapsarán inminentemente.
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