CLARÍN: “¿Super manzanas en Buenos Aires?”
El ecólogo urbano catalán, Salvador Rueda, impulsor del Metrobus y de la peatonalización del centro, ahora va por la redefinición de la cuadrícula porteña.
Las supermanzanas son conjuntos de 6 u 8 manzanas tradicionales en la que las calles periféricas sirven para el tránsito de autos y, sobre todo, de transporte público. En las calles interiores camina la gente, juegan los chicos, se hacen reuniones, hay mesitas y lugares de venta.
Obviamente, esas calles son peatonales, pero no exclusivamente. “Pueden andar bicicletas y hasta autos, pero a la velocidad en la que camina una persona”. El truco (y a su vez la causa de la resistencia que despiertan las supermanzanas) es que las calles interiores no son continuas, un vehículo no puede hacer más de 100 metros en una misma dirección, debe doblar en las esquinas. “Existe una tendencia casi psicológica y biológica de los seres humanos a moverse en línea recta, pero para que la supermanzana funcione es necesario evitar que las calles interiores se usen para hacer largos trayectos en auto”.
Las calles interiores de las supermanzanas deben ser vistas como plazas, no como calles. “El primer paso es cambiar el concepto de que el espacio público es un lugar de tránsito, es un lugar para los ciudadanos.
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