Tejido Urbano opina en BAE NEGOCIOS: Alquileres: el 75% de los jóvenes menores de 35 años no logra terminar su contrato
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En CABA, en el año 2000, cerca del 75% de los habitantes eran propietarios y el 20% inquilinos. Hoy poco más de la mitad, el 52%, son dueños de la vivienda que habitan y el 40% alquila
El alquiler de viviendas es uno de los temas que más preocupa. Una línea transversal que cruza a todos, en especial a los de menos recursos. La Fundación Tejido Urbano hizo un estudio sobre la situación de los inquilinos y detectó que el 40% de los habitantes de CABA alquila. Otro dato es que el 75% de los jóvenes no llega a terminar el contrato de alquiler.
Con la llegada del nuevo Gobierno se esperan cambios a la hora de cerrar un contrato de alquiler. Si bien, habrá que esperar hasta el 10 de diciembre para ver las medidas que toma el presidente electo, Javier Milei, planea derogar la ley de Alquileres que se reformó hace poco en el Congreso. Propietarios e inmobiliarias están de acuerdo y las asociaciones de inquilinos se niegan. La idea del nuevo presidente parece ser que locatarios y propietarios tengan libertad para cerrar sus contratos.
Fernando Álvarez Celis, Director ejecutivo de Tejido Urbano, además de geógrafo y economista urbano señaló: “En CABA, en el 2000, cerca del 75% de los habitantes eran propietarios y el 20% inquilinos. Hoy poco más de la mitad, el 52%, son dueños de la vivienda que habitan y el 40% alquila. Esto se suma a que el 75% de los jóvenes menores de 35 años no llega a culminar el contrato de alquiler, y debe volver a su hogar familiar”.
Frente a la posible derogación de la ley de Alquileres, en la Fundación Tejido Urbano señalaron “el problema de fondo está en la falta de viviendas. Si bien el mercado de alquileres en Argentina históricamente se caracterizó por la informalidad, donde las partes negociaban el contrato, esta medida coyuntural debe ir acompañada de políticas estructurales que permitan resolver el déficit estructural de viviendas”.
Salir de la casa de los padres es cada vez más difícil para los jóvenes. Conseguir las garantías, el depósito hasta lograr el contrato es casi un logro. Terminar el contrato de alquiler para los jóvenes es casi un milagro. “En este contexto, el estudio plantea que la precariedad económica de los más jóvenes que se lanzan a independizarse. Los datos reflejan que el 76% de las personas menores de 35 años no culminan el contrato de alquiler y deben volver a vivir con los padres, o bien, cohabitar con otras personas para poder cubrir los gastos y pagar el alquiler”, planteó el estudio.
Celsi con datos en mano opinó: “Estos datos estadísticos reflejan un fuerte proceso de inquilinización, que se profundiza en el eje de renta norte, que presenta un mayor porcentaje de inquilinos que de propietarios. Cerca del 55% de la población de la Ciudad alquila en el eje norte, esto va de la mano con un incremento en la cantidad de hogares unifamiliares jóvenes”.
El informe de la Fundación Tejido Urbano revela que se produce un “fenómeno de corrimiento”, donde los adultos mayores deben alquilar una vivienda, algo que no se veía en los resultados del Censo anterior y ahora es frecuente en el eje sur de la Ciudad. “Hay menos oferta de alquiler y las personas que tienen menos recursos van al eje sur. Ahí radican familias más numerosas y gran parte de los adultos mayores”, analizó el especialista.
Un departamento de tres ambientes en Balvanera que se alquilaba a $75.000 al renovar el contrato pasó a $240.000. Una de las zonas que crece es Constitución donde por un contrato vigente de $130.000 todavía se puede alquilar un cuatro ambientes, aunque la zona no sea la deseada.
La propuesta del ministro de Economía y candidato Sergio Massa según anunció en campaña era crear un proyecto para facilitar el contrato de alquiler para los jóvenes. El ministro prometió en campaña que se ofrecería un seguro de caución a través del Banco Nación y se otorgarían créditos a tasa subsidiada para inquilinos menores de 30 años. Pero al perder elecciones, nada de esto, por ahora, se hará.
Los jóvenes y los adultos mayores, son los extremos más afectados en este proceso de inquilinización que, ante la falta de acceso a una vivienda propia, se van corriendo a barrios más económicos, luego a pensiones, hoteles hasta se ven empujados al hacinamiento motivando un retroceso social en términos de calidad de vida. Mientras tanto, Airbn sigue sumando departamentos para alquilar libremente, de esto aún no habló el presidente electo.