Los desafíos que enfrenta el alquiler de vivienda permanente. Tejido en LOS ANDES 140
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La incertidumbre económica genera alteraciones en todos los precios. En el caso de la vivienda, aquellos que no tienen un techo propio se encuentran ante una situación de mayor vulnerabilidad producto de la inflación y la dolarización de los precios hacia los inquilinos.
Según Fernando Álvarez de Celis, Director Ejecutivo de la Fundación Tejido Urbano, Geógrafo y Economista Urbano: “lo que suele suceder ante estos procesos devaluatorios es que los precios en dólares de los departamentos se mantienen estables, pero se desaceleran las ventas, al punto de casi desaparecer, por lo menos durante este proceso”.
Asimismo, ante un comparativo de los antecedentes que ya hemos atravesado, el analista sostuvo que: “en 2002, a los 4 meses de la devaluación, hubo una baja muy fuerte del precio de los departamentos y después se dip un rebote muy importante al año. En esta ocasión puede que haya algún sinceramiento de mercado un poquito más adelante, donde los precios en dólares disminuyan, pero en pesos representará un aumento notable del valor”.
Esta circunstancia profundiza la brecha y la vulnerabilidad de los sectores más bajos, “la relación de precios según el salario real de la población y el acceso a la compra de un inmueble se vuelve una posibilidad cada vez más lejana. Algo que indudablemente va a repercutir también en los alquileres, con propietarios que verán sus ganancias disminuidas en términos de dólares, mientras la tasa esperada era del 1% anual, hoy estamos en el 0,3%, y tendería a ser aún menor”, afirma el especialista.
VACACIONES VS VIVIENDAS PERMANENTES
“El mercado inmobiliario argentino está viviendo una fuerte tendencia respecto a los alquileres temporarios en detrimento de los permanentes”, indica De Celis. Y asegura que sólo en la Ciudad de Buenos Aires se registran más de 80.000 inmuebles en alquiler temporario, sobre un total que se estima que ronda los 600.000.
“Se trata de un fenómeno que se está profundizando en Argentina y repercute en menos oferta de alquiler permanente. Lo mismo sucede en ciudades turísticas donde hoy se hace muy difícil encontrar una vivienda, tales como: Bariloche, Mar del Plata, en toda la Costa Atlántica y empieza a pasar también en ciudades como Rosario o Córdoba, que si bien no son centros turísticos tan grandes cuentan con alta demanda temporal compitiendo mano a mano con la plaza hotelera”, concluye.
La explicación de estos movimientos puede verse en estudios recientes que muestran que el alquiler temporal en Argentina tiene una rentabilidad en dólares cinco veces mayor que el alquiler permanente. Esto influye en la decisión del propietario porque tiene el departamento disponible una buena parte del año y a la vez genera una renta mayor.