Adaptación no es sinónimo de duelo

Nociones Corales
21 septiembre, 2020

Por Vanesa Castro Arata para la Fundación Tejido Urbano

“A esta altura de los acontecimientos, podríamos confundir cuarentena y duelo como sinónimos de esta epidemia. Podríamos reconocer incluso que nunca serían antónimos, aunque con alta factibilidad de que sus fases sean complementarias a ciclos de reapertura.”

A esta altura de los acontecimientos, podríamos confundir cuarentena y duelo como sinónimos de esta epidemia.

Por Vanesa Castro Arata¹

La humanidad se debate en microduelos diarios: costumbres, rutinas y lugares. La muerte de una cotidianeidad denominada “normal” se volvió un suceso disruptivo con el apellido de pandemia.

Aquello conocido como normalidad ya no nos habita, y la añoranza del regreso de un pasado que ha dejado de existir enarbola una plegaria esperanzadora de “nueva normalidad”. Profecía de un futuro que paradójicamente ya es presente.

Hablar de duelo es hablar de muerte. Real, simbólica e imaginaria. Muerte. Comprensibles son los motivos por los cuales los seres humanos intentamos eludir un duelo. Dolor, aflicción, ansiedad, miedo, confusión, culpa…

Nacido en 2019, y más conocido como “coronavirus”, este virus ha impactado en la salud física, emocional y económica de los seres humanos. Y como el primer intento para comenzar a sanar del linaje ancestral COVID, surge la cuarentena: método y opción gubernamental mundial seleccionado para evitar la propagación de la enfermedad.

Establecida en cinco fases, la cuarentena posee diversas variables de aislamiento que se van modificando según prohibiciones, limitaciones y actividades autorizadas. En forma análoga, los seres humanos comienzan a experimentar los impactos del retiro, del retraimiento, de la incomunicación, de la reclusión, de la clausura y del encierro.

Coincidencia (o causalidad, podríamos preguntarnos), el proceso psicológico de duelo enumera cinco etapas: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Y aunque su autora, la doctora Elisabeth Kübler-Ross, enuncia su recorrido en función a su trabajo con enfermos terminales, se utiliza también en situaciones de pérdida en general que afectan la estabilidad emocional de la persona.

Los estudios afirman que el duelo puede durar entre uno o dos años, y según los profesionales de la salud el duelo se manifiesta de forma singular en cada persona. No todos pasan por todas las etapas, ni con ese orden, e incluso algunos atraviesan el duelo sin saber en qué etapa se encuentran.

A esta altura de los acontecimientos, podríamos confundir cuarentena y duelo como sinónimos de esta epidemia. Podríamos reconocer incluso que nunca serían antónimos, aunque con alta factibilidad de que sus fases sean complementarias a ciclos de reapertura.

De una u otra manera, el duelo es individual e inevitable. Y no bastarán pequeños ajustes conjuntos en las cosas. Tampoco servirá una sobreadaptación grupal de efecto placebo que se convierta en negligencia frente al intento de evadir un proceso de índole propia.

Volver a la vida previa no será del todo posible. Alcanzar la última etapa del proceso de duelo conlleva transformación: aprehensión de la realidad.

Y no se trata de la mejor versión que podemos ser mañana, sino simplemente de la elección que vamos a elegir vivir hoy.

El tiempo no todo lo cura, solo habilita el proceso.

Trascender es un aprendizaje constante.

Hablar de duelo es hablar de muerte. Real, simbólica e imaginaria.
¹ Colaboradora de la Fundación Tejido Urbano. Licenciada en Psicología egresada de la UBA.  Posee posgrados en Psicoanálisis, Psicooncología y en Intervenciones Psicodramáticas en Grupos y Familias.  Posee formación en teatro, clown, títeres, técnicas lúdicas, psicodrama, fotografía y escritura terapéutica. Co autora de los libros “Payasos de Hospital: Lo terapéutico del Clown” y “Payasos de Hospital: Historias de Encuentros”.
Fotografías: KaosEnLaRed, CC by 4.0, https://kaosenlared.net/argentina-hambre-encierro-y-soledad-los-ninos-de-la-pandemia/; y ANRed, CC by 4.0, https://www.anred.org/2020/08/09/bolsonaro-y-las-casi-100-mil-muertes-enredos-omisiones-y-desprecio-a-las-victimas/.