Breve experiencia de un médico de hospital

Nociones Corales
7 julio, 2020

Por Fernando Fusetti para la Fundación Tejido Urbano

"Es un desafío para todos convivir con esta pandemia. Cada uno de nosotros debe tratar de aportar lo mejor de sí en su área para poder salir adelante."

Una vez que las personas infectadas por el COVID-19 ingresan al hospital ya no pueden ver a sus familiares hasta que se van dados de alta; esto es otra carga que se suma al malestar físico propio de la infección.

Por Fernando Fusetti¹

Ninguno de nosotros imaginó alguna vez que nos tocaría vivir una situación como esta. En la facultad de Medicina estudié las definiciones de epidemia, endemia y pandemia, pero nunca creí que iba a tener que cumplir mi tarea asistencial enfrentando a una enfermedad nueva y desconocida que afecta a todo el mundo. Las sensaciones fueron cambiando, desde cuando escuché las primeras noticias del coronavirus originario de China, hasta ahora que ya está entre nosotros. Primero sentí curiosidad acompañada de cierta indiferencia, ya que veía que el problema estaba muy lejos. “Será parecido a la gripe aviar o a la gripe porcina”, pensé. Luego tuve mayor interés, al ver que día a día se reportaban casos en distintos países. Mis colegas comenzaron a compartir información, y fuimos dándonos cuenta de que la nueva enfermedad no era un problema menor. Finalmente, llegó a nuestro país. Nadie estaba preparado para hacer frente a esta enfermedad. Nuestro sistema de salud pública sufre un gran déficit de estructura y recursos financieros desde hace décadas. Sin embargo, la mayoría de nuestros mejores profesionales son fruto de la universidad estatal y se desempeñan en los hospitales públicos, logrando una excelente calidad de atención de los pacientes a pesar de las limitaciones del sistema. Tengo la oportunidad de trabajar en el ámbito público y privado; a pesar de las diferencias de recursos, cada sector se está desempeñando al máximo de sus posibilidades para luchar contra este virus que infecta a todos sin distinción, pero que claramente afecta en mayor medida a los sectores más vulnerables.

Ante esta situación debemos responder dando lo mejor de nosotros en la función que nos toca cumplir. Es fundamental fomentar la empatía y la comprensión. Todos nos vemos comprometidos de una u otra forma. Es momento de ser solidarios con los más afectados. No debemos olvidar que las condiciones de aislamiento y la incertidumbre que genera esta nueva enfermedad son causa de sufrimiento tanto físico como emocional. La imposibilidad de ver a los seres queridos y el no poder continuar con las actividades laborales habituales generan en la población angustia y malestar.

En mi trabajo, casi todos los días debo asistir a personas con coronavirus. Es una situación completamente nueva tanto para mí como para los pacientes. Una vez que ingresan al hospital ya no pueden ver a sus familiares hasta que se van dados de alta; esto es otra carga que se suma al malestar físico propio de la infección. Desde mi lugar trato de apoyarlos para que puedan sobrellevar de la mejor manera este trance. Debo reconocer que, en lo personal, en ocasiones tengo temor de contagiarme y poner en riesgo a mi familia y compañeros de trabajo. Para evitar esto cumplo con todas las medidas de protección y seguridad.

Es un desafío para todos convivir con esta pandemia. Cada uno de nosotros debe tratar de aportar lo mejor de sí en su área para poder salir adelante. Solo en unión responsable y solidaria podremos superar esta situación inédita hasta el momento. No debemos olvidarnos de los más necesitados, quienes suelen sufrir, por déficits estructurales e institucionales ajenos a ellos, más duramente las consecuencias de esta enfermedad. Cada día que pasa estamos más cerca de volver a encontrarnos con nuestros seres queridos y retomar de a poco la vida que hacíamos antes del comienzo de la pandemia. Espero y deseo que el futuro sea mejor para todos y podamos comenzar una nueva etapa en mejores condiciones estructurales, sanitarias y económicas para definitivamente lograr igualdad de oportunidades para toda la sociedad.

Tanto el sector público como el sector privado de la salud se están desempeñando al máximo de sus posibilidades para luchar contra este virus que infecta a todos sin distinción, pero que claramente afecta en mayor medida a los sectores más vulnerables.
¹ Médico egresado de la UBA. Médico de planta del servicio de clínica médica del Hospital Nacional Baldomero Sommer (General Rodríguez) y del servicio de emergencias del Hospital Alemán (Ciudad Autónoma de Buenos Aires).
Fotografías: TVPublica Argentina: https://www.tvpublica.com.ar/post/argentina-descartan-tres-casos-y-sigue-la-cuarentena-para-al-menos-diez-personas; y Comisión Mixta del Río Paraná: https://www.comip.org.ar/blog/2020/03/30/informacion-importante-mapeo-del-sistema-de-salud-argentino-covid-19/