¿Ciudades o Pueblos?

Nociones Corales
20 agosto, 2020

Por Carlos San Martín para la Fundación Tejido Urbano

“Un nuevo paradigma, caracterizado por el uso más cuidado del suelo, de los recursos naturales, repensando la forma de vida urbana, alentando una nueva y remozada idea de ruralidad, con sus escalas intermedias, y con densidades más equilibradas.”

Existen otras opciones, como pueblos rurales y semirurales, alejados de los grandes centros urbanos, con menos infraestructura y equipamiento, pero en real contacto con la naturaleza y con una escala que permite un mejor uso del tiempo.

Por Carlos San Martín¹

Hace poco releí una frase de Mario Benedetti que quiero citar para comenzar esta nota: “Cuando creímos que teníamos todas las respuestas cambiaron todas las preguntas”. Y agrego: lo que veíamos como nuestra problemática diaria se relativizó dramáticamente…

Desde aquí, Villa La Angostura, un pueblo de la Patagonia acostumbrado a sufrir fuertes eventos de la naturaleza, con la perspectiva de un arquitecto que pretende entender esta realidad a pesar de tanta información, teñida por la contradicción y el temor, con hipótesis conspirativas y apocalípticas, revalorizo esta forma de vida, que puede ser una referencia enriquecedora a los cuestionamientos que tiene hoy la forma de vida urbana: la salud, las distancias a los lugares de trabajo, el problema habitacional, la insuficiencia de espacios verdes, la dictadura del automóvil, transportes públicos saturados, y pocos espacios públicos de calidad que generen reales oportunidades de encuentro.

Sin duda estas variables son mejorables, pero existen otras opciones, como pueblos rurales y semirurales, alejados de estos grandes centros urbanos, con menos infraestructura y equipamiento, pero en real contacto con la naturaleza y con una escala que permite un mejor uso del tiempo, al generar menos desplazamientos y facilitar los vínculos sociales. Las áreas de baja densidad en la periferia de las ciudades son otra opción, pero consumen más suelo y más recursos. La escala urbana se caracteriza por el tamaño, la densidad, la actividad, el modo de vida y por ciertas características sociales, tales como la diversidad, la “cultura urbana” y un grado de interacción social muy desarrollada, y hoy incluye al 92% de nuestra población, contra el 54% a nivel global. Con el lugar que ha ganado el teletrabajo, podemos promover patrones de asentamiento en zonas rurales, comenzando a generar migraciones de las ciudades hacia los pueblos, redistribuyendo la población, y favoreciendo también los asentamientos de escala media.

Un nuevo paradigma, caracterizado por el uso más cuidado del suelo, de los recursos naturales, repensando la forma de vida urbana, alentando una nueva y remozada idea de ruralidad, con sus escalas intermedias, y con densidades más equilibradas. Deberíamos mantener buenas opciones en cada escala, siempre orientándolas a una mejor relación con la naturaleza. Y hay una buena noticia: ¡el medio ambiente parece estar sanándose solo! La pureza del aire y de las aguas volvió muy rápido, y la fauna circula con más libertad. Tenemos la oportunidad de mirar atentamente a la familia y a la comunidad para reformular nuestra forma de vida más allá de lo sanitario, repensando nuestro sistema económico y social.

La forma de vida urbana: las distancias a los lugares de trabajo, el problema habitacional, la insuficiencia de espacios verdes, la dictadura del automóvil, transportes públicos saturados, y pocos espacios públicos de calidad.
¹ Arquitecto UB. Exdocente de Diseño Arquitectónico en la UBA. Participante en nivel posgrado en “La Escuelita”. Exsecretario de Planificación en Villa La Angostura.
Fotografías: Arcibel – Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=4528998; y Round Indigo Rock, CC by 2.0, https://www.flickr.com/photos/9056394@N04/9735098234/.