El camino de un médico emprendedor en la nueva era

Nociones Corales
10 agosto, 2020

Por Nicolás Wertheimer para la Fundación Tejido Urbano

“Todavía seguimos transitando una incertidumbre que nos plantea diversos cambios, y muchos evidentemente tienen ganas de quedarse.”

El Proyecto Agua Segura trabaja para solucionar los desafíos sociales y ambientales del acceso al agua en el país.

Por Nicolás Wetheimer¹

Estaba caminando por las calles de Madrid, vacías y con carteles de “no hay alcohol en gel” en todas las vidrieras de las farmacias. El sueño del joven emprendedor social argentino, viajando para darle escala a una iniciativa que puso en agenda el acceso al agua, se oscureció en esas calles desoladas; fue ahí donde la incertidumbre empezó su plan de acompañamiento. Minutos antes de tal sensación reinaba un espíritu sonriente, libre de fronteras, lleno de proyecciones innovadoras para hacerle frente a los desafíos que un recurso tan vital nos presenta desde nuestros puntos de vista, el ambiental y el social. Ya estaban escritos los proyectos, creadas las alianzas, nos esperaba el mundo. Sin tener en claro aún qué estaba pasando en dicho continente, casualmente me subí a mi vuelo a Buenos Aires para poder dictar la materia de Emprendimiento Social en la universidad y cumplir un sueño más, compartiendo todo lo aprendido entre experiencias y teorías con mentes inquietas que buscan transformar las ciencias de los negocios para hacer del medio ambiente su principal aliado.

Fue claro: al aterrizar ya estábamos firmando una declaración jurada, nos medían la temperatura, y cuando aún todos nuestros familiares y amigos asistían a fiestas, eventos y encuentros, nosotros estábamos atrapados esperando que terminasen nuestras dos semanas obligatorias. Fuimos de los primeros en probar el teletrabajo en nuestro sector, los desafíos de la convivencia, y el afortunado agasajo y cuidado por parte de nuestros queridos vecinos, entre chocolates y elementos básicos para la casa. Mientras aquella sensación que nació en las calles españolas se hacía cada vez más fuerte, mi colega de trabajo con quien viajé a emprender y compartimos esos tramos en metro, entre otros transportes públicos y lugares hacinados, estaba siendo internada por sospecha del virus. Lágrimas, y esa necesidad de sacar la fuerza de donde uno no la tiene, me obligaron a seguir firme y con objetivos claros. Tenemos un emprendimiento, familias trabajando, familias que necesitan nuestro trabajo para poder acceder a un derecho tan básico como el agua. Necesitábamos seguir.

Mi visión médica no hacía silencio. Por más que escuchaba las radios y noticias, las opiniones de expertos infectólogos que mostraban un panorama controlado, yo traía la reciente vivencia social sobre el asunto de Europa, y esas conversaciones que hacían sentir al virus un riesgo tan lejano. Incluso recuerdo mis palabras calmando a mi familia, mientras visualizaba las diapositivas que preparé hace ya más de 15 años, para la materia de Microbiología en la carrera de Medicina, sobre coronavirus.

El equipo se alineó, nos adelantamos a la llegada del virus a los centros más vulnerables. A lo largo de los años de trabajo de Proyecto Agua Segura, hemos logrado generar confianza y trabajar a la par de miles de referentes y líderes territoriales, ya sea en comedores, escuelas públicas o salas de primera infancia. Pensamos aquel logro como el punto de partida. Visualizamos la llegada del parásito celular a tales destinos, y decidimos usar nuestra experiencia para fortalecer los programas de higiene ya trabajados cuando el agua, la higiene y el saneamiento nos representaron en cada momento, y diseñar elementos adaptados al posible desastre. Herramientas virtuales, actividades lúdicas para todas las edades que permitan transmitir conceptos básicos. Mientras tanto elevamos la voz a nuestros aliados privados, públicos y sociales, para redirigir presupuestos hacia las nuevas iniciativas. Logramos crear una red sólida frente al problema y empezamos. Hoy, los contenidos de buenos hábitos de higiene siguen viajando por los teléfonos de los habitantes de los asentamientos informales, los feedbacks son positivos, y mi colega logró recuperarse de sus casi dos semanas de internación.

Todavía seguimos transitando una incertidumbre que nos plantea diversos cambios, y muchos evidentemente tienen ganas de quedarse. Siento mucho en común entre el nacimiento de los negocios sostenibles, las nuevas economías, el trabajo sobre derechos como el agua, y lo que está pasando en este momento. El Foro Económico Mundial lanzando el “Great Reset”, las escuelas de negocios sumando programas de sustentabilidad, los Gobiernos que se alinean en búsqueda de iniciativas renovables. Muy atento sigo llevando adelante este desafío desde mi cuarentena, junto a mi mujer y mi perro, transitando este evidente cambio de era.

Las acciones del Proyecto Agua Segura han tenido que modificarse para adaptarse a los cambios generados por la emergencia sanitaria.
¹ Médico y emprendedor social. Fundador de Proyecto Agua Segura, empresa social cuya misión es acercar soluciones a la problemática socioambiental del agua co-creando un modelo económicamente sustentable. Participa en grupos locales e internacionales de emprendedores sociales y ambientales. Apasionado por las nuevas economías. Profesor part time de Social & Environmental Entrepreneurship en Universidad Torcuato Di Tella.
Fotografías: Cortesía Proyecto Agua Segura.