La Cultura del Encuentro

Nociones Corales
3 julio, 2020

Por P. Pedro Bayá Casal para la Fundación Tejido Urbano

"¿Qué entendemos por progreso y desarrollo? No solamente un mejoramiento exterior que es impostergable, sino algo más profundo que late en la formación y la persistencia de las villas: la fuerza de los pobres buscando una vida mejor para ellos y sus familias.”

La cultura que se da en las villas es una cultura de encuentro de personas de diferentes orígenes que sin embargo son unidas y solidarias entre sí.

Por Pedro Bayá Casal¹

La reciente explosión de contagios por coronavirus en los barrios vulnerables de la ciudad de Buenos Aires nos obliga a volver nuestra mirada hacia esta realidad que está siempre entre nosotros, pero adquiere visibilidad y exige reflexión en los momentos en que se percibe la magnitud y la profundidad que su existencia plantea al resto de la ciudad.

Desde el Equipo de Sacerdotes para las Villas de Emergencia, que este año celebra los 50 años de creación en la Arquidiócesis de Buenos Aires, se ha ido forjando y construyendo un tipo de mirada sobre las villas que surge de la experiencia de vivir como un vecino más y de, al mismo tiempo, tener la posibilidad de analizar y proponer caminos para la reflexión, dando palabra y voz a este sector de nuestro pueblo. Lamentablemente,  muchas veces la mirada sobre las villas aparece atravesada por prejuicios, o con resistencias de todo tipo. Por una parte hay un preconcepto sobre las villas, como si solo fueran el espacio en donde el resto de la sociedad y el Estado deben “ayudar” desde un lugar de superioridad, el cual fomenta un asistencialismo esterilizante y detiene la creatividad y la promoción de los derechos fundamentales. Por otro lado, la  idealización algo ingenua de una organización horizontal sin intervención estatal, que provoca un olvido y un caos en el que se  alimentan todo tipo de desvíos sociales, hacinamiento, falta de higiene, alquileres y subalquileres clandestinos, construcciones sin control, entre otros, que se corregirían con una mirada compartida.

Buscando articular la presencia inteligente del Estado y, al mismo tiempo, destacando y rescatando aquello que la cultura que se da en las villas tiene de original y de valor para el todo de la ciudad, es que surge en la reflexión de los así llamados “curas villeros” el concepto de integración urbana.

Este planteo de la “integración urbana”, que preferimos al término “urbanización”, tiene su origen en una mirada antropológica que valora la cultura que se da en las villas como una “cultura del encuentro” entre personas de diversos orígenes, que forman en el margen de la gran ciudad una nueva manera de habitar este espacio común. La valoración de este tipo de cultura implica la escucha atenta de los mismos vecinos como sujetos de los proyectos y actores del progreso en sus propios barrios, en articulación con el Estado y las organizaciones de la sociedad civil. 

Respecto de esta cultura decíamos en 2007:La cultura que se da en la villa es la cultura popular de nuestros pueblos latinoamericanos, que trae los valores más nobles y propios del interior del país o de los países vecinos y se encuentra con la realidad urbana. Es una cultura que encarna un cristianismo popular que nace de la primera evangelización: es un cristianismo no eclesiástico, ni tampoco secularista, sino con auténticos valores evangélicos”.²

Es desde estas coordenadas que también comprendemos el concepto de progreso que debería tenerse en cuenta a la hora de la integración. ¿Qué entendemos por progreso y desarrollo? No solamente un mejoramiento exterior que es impostergable, sino algo más profundo que late en la formación y la persistencia de las villas:  la fuerza de los pobres buscando una vida mejor para ellos y sus familias, en los lugares en donde hay trabajo y dinero al alcance de todos.

“El desarrollo que buscan no se reduce al simple crecimiento económico, sino que aspiran a un desarrollo integral para sus familias, junto a sus vecinos. Quien transitó las distintas villas de Buenos Aires hace 30 años y las transita ahora puede ver un esfuerzo concreto de sus habitantes, que posibilitó mejoras objetivas de muchas de las condiciones de vida –gran parte de las veces sin demasiada ayuda externa–: desde el mejoramiento de las viviendas de acuerdo a las necesidades de cada familia, partiendo de la construcción de redes sociales para ayudarse mutuamente. Esta vocación de desarrollo permitió que pudiese constituirse lo que llamamos ‘la cultura que se da en la villa’. El verdadero progreso, por tanto, es siempre un despliegue de las propias potencialidades que permitan hacer más humana la vida, pero partiendo y conservando siempre la propia identidad.  No se puede entender un progreso y un desarrollo que atenten contra esta identidad que se manifiesta en las distintas maneras de concebir los espacios, de celebrar la vida, de relacionarse con los otros.”³

La situación actual de las villas de Buenos Aires ante la pandemia del coronavirus nos invita a revisar y actualizar estos conceptos, para hacer frente de mejor manera a esta situación de emergencia que nos sorprende a todos, y para que el día después de la pandemia nuestras villas y sus habitantes no vuelvan al olvido, sino que sean consideradas en toda su capacidad de resiliencia y de aporte original a nuestra manera de vivir en la ciudad, desde los valores evangélicos, ambientales y de solidaridad social.

Los procesos de integración urbana deben realizarse con un entendimiento y apreciación de la cultura de las villas y de sus habitantes.
¹ Ordenado Sacerdote en Buenos Aires (1999). Actualmente Párroco de Nuestra Señora de la Esperanza. Párroco de Virgen Inmaculada en Barrio Ramón Carrillo entre 2009 y 2020. Licenciado en Teología por la UCA (2010). Profesor de Síntesis Teológica en la carrera de letras de la UCA, Miembro del equipo de sacerdotes para las villas de emergencia de la Arquidiócesis de Buenos Aires.
² ³ Equipo de Sacerdotes para las Villas de Emergencia, “Reflexiones sobre la urbanización y el respeto de la cultura villera”.
Fotografías: Cortesía Grupo Documenta, http://grupodocumenta.blogspot.com/