La pandemia y el juego de la oca

Nociones Corales
21 julio, 2020

Por Jorge Luis Cornet para la Fundación Tejido Urbano

“Se enarboló ante la sociedad –y se sigue sosteniendo a modo de escudo representativo– una dualidad de oposición: cuarentena o muerte. Pero no se trata de opuestos. No presentan reflejos ni sentidos oponentes en sí mismos”.

La pandemia implica una situación puntual en un contexto social y cultural, donde los jugadores fijaron objetivos sobre el Punto, olvidando el Contexto.

Por Jorge Luis Cornet¹

Supo decir Luis Martín, en su ensayo filosófico, sobre el Juego de la Oca: “Aparentemente, es un juego de evasión, está cargado de simbolismo, y de casilla en casilla, de oca en oca, vamos recorriendo el camino de la vida y de la muerte. Ante un tablero del Juego de la Oca uno se queda deslumbrado por la diversidad que ofrecen sus cuadros, con tantos dibujitos diferentes; tiene una cierta atracción, algo de magnetismo, y es que estos juegos se van cargando con los deseos e ilusiones de las personas que los utilizan. Los niños están deseando correr por el tablero, por la vida, y dar saltos de oca a oca, avanzar, y cuando se cae en alguna parada, más que resignación hay fastidio, se achaca todo lo que va ocurriendo a la suerte, al destino o al azar … Ante un tablero del Juego de la Oca uno se queda deslumbrado por la diversidad que ofrecen sus cuadros”.

Y esto es tal cual en estos tiempos de pandemia y juegos, donde se juega un juego con cartas y estrategias, pero donde la luminosidad que este irradia y el magnetismo que provoca obnubilan la razón de ser. Más aún, obnubilan a la Razón y al Ser.

La pandemia implica una situación puntual en un contexto social y cultural, donde los jugadores fijaron objetivos sobre el Punto, olvidando el Contexto.

Aquí es –en el contexto- donde hay que centrar la atención (y, por ende, evaluar y establecer estado de situación, necesidades, posibilidades de servicios, modos de comunicación, asistencias y respuestas).

Es el contexto social y cultural el gran ausente. Sin ser tenido en cuenta con el debido respeto y consideración que siempre debió tener, con la adecuada interpretación de usos y costumbres de los ciudadanos. Para saber qué precisan, cómo y cuánto. Del mejor modo posible.

Hoy, la política es la gran presente, y la integración la gran ausente. Pero, ¿de qué integración estamos hablando? Lo obvio no se ve. Se muestra el árbol, pero no deja ver el bosque.

Una sociedad está conformada por personas; por usos y costumbres, por educaciones (formal y no formal), por sueños y deseos. Por pasados, presentes y futuros.

Es la gran falta en esta pandemia. La de este Punto actuando en este Contexto.

“Vamos recorriendo el camino de la vida y de la muerte”.

Se enarboló ante la sociedad –y se sigue sosteniendo a modo de escudo representativo– una dualidad de oposición: cuarentena o muerte. Pero no se trata de opuestos. No presentan reflejos ni sentidos oponentes en sí mismos.

La muerte es el fin de la vida. Lo contrario es el inicio de la vida. Al comenzar la primera luz de vida, ya se erige la oponente muerte. La vida, en sí misma, es el tránsito, el durante. Y la oponente al durante es la no-vida.

¿Y qué quiero decir con la no-vida? Cuando solamente existo, sin sensaciones ni posibilidades. Cuando solamente se transcurre, sin coloraturas, sin subidas ni bajadas, sin frío ni calor. Cuando se ahogaron las esperanzas y los sueños, cuando se nublaron las posibilidades, cuando se cerraron las puertas que conducen a las luces. Cuando el encierro en un tiempo atemporal, deniega el agua y provoca nuestra sed de insatisfacciones.

En el alabado y reconocido “equipo” de expertos en puntos, brilla la ausencia de expertos en contextos. No hay lugar para filósofos, sociólogos, antropólogos, comunicadores, religiosos, economistas.

Se centralizó un sistema de lucha vertical, con toma de decisiones transversal. Siempre sobre la parada de un Punto. Cuando el Contexto manda decisiones verticales, en un conjunto de procesos transversales, integrando Puntos y Situaciones. Pensar la estrategia, teniendo centrado el Punto, pero adecuando los rayos de respuestas, desde cada posición.

“Cuando se cae en alguna parada, más que resignación hay fastidio, se achaca todo lo que va ocurriendo a la suerte, al destino o al azar”.

Y la sociedad (ese conjunto de Personas y Contextos), un buen día se cansó. Llegó al momento del hartazgo. Ya no impacta la consigna oponente de cuarentena o muerte.

¿Y por qué, entonces, se produce esta saturación emocional, este freno al apoyo inicial? Es simple: todo juego entretiene y divierte, provoca desafíos, ayuda a pasar el tiempo, pero termina cansando, aburriendo.

Así es que surgen las preguntas: ¿era necesaria esta cuarentena, tan temprano? Siempre sirve y es necesaria. Encerramos a tantos, y ¿abiertas las fronteras? (discutible gestión política/sanitaria) con ingresos desde focos de contagio… La pelea de la lógica en la estrategia se diluye… ¿Pusimos el énfasis en brindar lo necesario, o les dimos lo que creímos era necesario para el Punto?  Jugamos por igual con el Destino y el Azar.

Volvemos al Punto. Centrando todo el esfuerzo en combatirlo. Sin las estrategias necesarias del Contexto.

Res non verba.

Y la sociedad (ese conjunto de Personas y Contextos), un buen día se cansó. Llegó al momento del hartazgo. Ya no impacta la consigna oponente de cuarentena o muerte.
¹ Médico especialista en dirección de sistemas de salud.
Fotografías: ANRed, CC by 4.0, https://www.anred.org/2020/07/14/jubilados-y-jubiladas-a-la-interventora-de-la-anses-la-jubilacion-paso-a-ser-una-asignacion-de-miseria/ y https://www.anred.org/2020/06/27/la-dinamica-del-mercado-laboral-en-los-comienzos-de-la-cuarentena/