Más Ciudad, más diversidad y más espacio público

Nociones Corales
22 junio, 2020

Por Fernando Álvarez de Celis para la Fundación Tejido Urbano

"Pensar una ciudad de 15 minutos implica entender dónde están y dónde faltan las actividades urbanas necesarias para el desarrollo cotidiano de la vida."

El metrobús, una de las iniciativas urbanas que busca desconcentrar las actividades, ha visto intervenido su funcionamiento regular por la pandemia del COVID-19.

Por Fernando Álvarez de Celis¹

París nuevamente es mirada por los urbanistas mundiales por su propuesta para adaptar la ciudad al COVID-19: desconcentrar actividades para que la gente no necesite moverse diariamente. La alcaldesa Anne Hidalgo cuenta que la idea consiste en que los ciudadanos puedan satisfacer sus necesidades básicas de alimento, trabajo, educación, cultura y ocio desde sus casas, sin desplazarse más de 15 minutos a pie o en bicicleta, y descartando así el uso de los medios masivos de transporte, gran foco para la expansión del virus.

Vicente Guallart, urbanista catalán y a cargo del área en el Ayuntamiento entre 2011 y 2015, contestó que Barcelona ya había empezado ese proceso hace unos cuantos años, y argumenta: “quizá no se ha explicado bien en el pasado, pero Barcelona ya construye un modelo de la ciudad de 10 minutos”. Afirma que “la idea, más que expandir las ciudades con centro y periferia, es ir organizándolas en barrios que satisfagan las necesidades de vivir, trabajar y descansar. En Buenos Aires, desde 2009, cuando se aprobó el Plan Urbano Ambiental, se están implementando programas y medidas que permitan desconcentrar las actividades y que a la vez generen servicios y programas que hagan posible satisfacer las necesidades en las cercanías de la residencia.

El Modelo Territorial incorporó indicadores de proximidad. Del plan proyecto arquitectónico, pasó a la planificación funcional. No hacían falta 20 ideas para Buenos Aires, hacía falta volver a pensar todo el territorio urbano. Los proyectos serían y serán el resultado de las necesidades planificadas. El Modelo Territorial agregó método y dinámica al Plan Urbano Ambiental.

La Ciudad del zoning (áreas homogéneas) fue reemplazada por la Ciudad de la coexistencia. Reapareció un viejo concepto, la “mixtura de usos”, donde conviven actividades residenciales con servicios, comercios, equipamiento y hasta con industrias (si cumplen con toda la normativa ambiental).

En Barcelona, y en las grandes ciudades, la mayor problemática de la descentralización se da en torno a los servicios avanzados que tienden a localizarse en el centro urbano. Barcelona innovó con @22; aquí en Buenos Aires se implementaron los “distritos”, una de las innovaciones urbanas más importantes que tuvo esta urbe y que permite el cambio de patrón de la localización del empleo. Así, por ejemplo, cientos de trabajadores van en subterráneo a Parque Patricios en “contramano” de los que van al centro, aprovechando los servicios y bajando los costos de congestión.

El área central tomó nuevos impulsos en Buenos Aires. Había que otorgarle a aquellos que la usan condiciones de habitabilidad acorde a su escala; de ahí la peatonalización de gran parte de sus calles. Y desde allí, a la restricción de los autos particulares y el mejoramiento del transporte público, para que sea una opción real de uso. El peatón aparece en escena, el ciudadano le va ganando lugar al auto, y se estructura la ciudad en torno al ciudadano; “humanizar es la consiga”. Más espacio público, de mayor calidad, con veredas más anchas que permitan la siempre necesaria “distancia social”, hoy imprescindible.

Sin embargo, en cuatro kilómetros cuadrados se concentran un millón de trabajos. Deberían desconcentrarse aún más las actividades, se debería residencializar parte del centro y cambiar flujos de transporte, ampliando y diversificando los horarios de apertura y cierre de los comercios y servicios.

Además, en Buenos Aires, se analizaron y se pusieron en práctica proyectos que permitieron la recuperación de los centros comerciales barriales. Se realizó el Programa Buenos Aires Verde, donde en los parques y plazas no puede haber más de 500 metros entre un habitante y “su” plaza. El metrobús incorporó esa misma concepción. El transporte público se mudó a las avenidas, dejando en el interior barrios con mayor calidad de aire y donde la slow city aparece para beneficio de sus ciudadanos. Los nodos de transporte aparecen cada cinco minutos, para conectar la ciudad global con la escala local.

Pensar una ciudad de 15 minutos implica entender dónde están y dónde faltan las actividades urbanas necesarias para el desarrollo cotidiano de la vida. En Buenos Aires el Modelo Territorial hizo el planeamiento en este sentido. Los programas y proyectos van generando una mejor y más dinámica ciudad, que hoy ayuda también a una mejor urbanidad para luchar contra esta pandemia de escala mundial.

Diagrama sobre el funcionamiento de “la ciudad de los 15 minutos”, proyecto urbano para París presetnado por la alcaldesa Anne Hidalgo este año. En el sentido de las agujas del reloj, dice: Educación, Trabajo, Intercambio de conocimiento, Comercio, Recreación, Encuentro Comunitario, Salud, Transporte Público, Deporte, y Nutrición.
¹ Geógrafo. Economista urbano. Director de Planeamiento GCBA (2009-2015). Secretario de Planificación Nacional (2015-2019). Coordinador del #Transformatorio Territorial.
Fotografías: Twitter Horacio Rodríguez Larreta (@horaciorlarreta): https://twitter.com/horaciorlarreta/status/1249812207061393408; y Here 360, CC BY 2.0, https://360.here.com/15-minute-cities-infrastructure.