Paisaje revelado

Nociones Corales
18 noviembre, 2020

Por Nicolás Campodonico para la Fundación Tejido Urbano

“Podemos echarle la culpa a la pandemia, pero, honestamente, los detalles de este paisaje 'revelado' ya existían desde antes... desde mucho antes. Porque no se llega a nuestra situación actual en unos años, ni en una década; toma muchas décadas de hacer las cosas mal como sociedad situarse en el escenario actual.”

Las precariedades infraestructurales, el déficit habitacional (tanto en cantidad como en calidad), pero por sobre todo la enorme desigualdad en el reparto de las riquezas, la educación y las oportunidades en nuestra sociedad, han quedado expuestos de una forma cruda e indisimulable como nunca antes.

Por Nicolás Campodonico¹

En el “misterioso” proceso de revelado de las antiguas fotografías analógicas, se colocaba un papel (aparentemente) en blanco y por acción de los químicos comenzaban a “aparecer” los detalles de una imagen hasta mostrar muy nítidamente una escena determinada. Aquel papel en blanco ya tenía en su estructura esa imagen, solo que no era visible, y la acción de los químicos nos “revelaba” y hacía visible algo que ya era un “hecho”.

De la misma manera, esta pandemia que nos toca vivir actúa como un “revelador” que nos está permitiendo ver con mucho detalle un panorama por momentos desolador, pero que, como en la fotografía, ya era un hecho desde antes.

Las precariedades infraestructurales, el déficit habitacional (tanto en cantidad como en calidad), pero por sobre todo la enorme desigualdad en el reparto de las riquezas, la educación y las oportunidades en nuestra sociedad, han quedado expuestos de una forma cruda e indisimulable como nunca antes.

Podemos echarle la culpa a la pandemia, pero, honestamente, los detalles de este paisaje “revelado” ya existían desde antes… desde mucho antes. Porque no se llega a nuestra situación actual en unos años, ni en una década; toma muchas décadas de hacer las cosas mal como sociedad situarse en el escenario actual.

La inédita visibilidad de los problemas estructurales nos permite hoy como nunca evaluar el estado de situación general, y este conocimiento es sin dudas una de las claves para una eventual futura reconstrucción.

Pero el presente tiene su agenda propia, y la escalada en la conflictividad es algo que impacta en la sociedad con más fuerza que el virus mismo. Todos los problemas irresueltos, las desigualdades y las carencias generan angustia, dolor y decepción, pero dentro de la coyuntura actual esa situación puede peligrosamente convertirse en violencia.

Sabido es, y recordado incesantemente por la propaganda oficial, que el lavado recurrente de las manos, la limpieza y la desinfección, junto a las normas de higiene básicas, son un mecanismo fundamental para la prevención del COVID-19. Pero ¿cómo llevan adelante estas prevenciones los siete millones de argentinos que no tienen acceso al agua potable? ¿Qué producirá en estos ciudadanos argentinos que el Estado les recuerde permanentemente que deben lavarse las manos con el agua que el Estado mismo no les ha provisto? Y por si queda alguna duda, el Estado no ha sido capaz de resolver esta necesidad básica casi exclusivamente por la corrupción.

Si uno no es uno de los privilegiados que cuentan con agua potable, al menos podrá quedarse haciendo la cuarentena obligatoria en su casa, algo también recomendado y hasta obligado por el Estado en el último tiempo… Pero claro, en este país bendito uno de cada tres hogares tiene serios problemas de servicios o hacinamiento; entonces, ¿cómo quedarse en casa cuando no la tenés? ¿Cómo cumplir un aislamiento en hacinamiento?

Muchos opinan que la explosión de tomas de tierras de los últimos meses es una reacción directa de estas profundas carencias y marcadas asimetrías entre los que más tienen y los que no tienen nada, y puede ser… pero también es bastante evidente la mano organizadora de sectores de la política que nunca fueron capaces de resolver legítimamente las necesidades de las personas, pero que, de manera oportunista, están primeros para seguir lucrando con el sufrimiento de las personas a las cuales les negaron agua, casa y educación los últimos 50 años.

El COVID-19 es un virus veloz y popular (se llevará más vidas de aquellos que menos tienen), pero también nos está “revelando” nuestro verdadero paisaje. Sufrimos un mal endémico (es decir, presencia habitual de una enfermedad o un agente infeccioso en una determinada zona geográfica o grupo de población) llamado política, que nos viene infectando en cuerpo y alma como sociedad, empobreciéndonos inexorablemente, dividiéndonos entre supuestas diferencias irreconciliables que no lo son. Seamos claros, ¡la clase política es rica! Los de un lado y los del otro. Ricos a costa del agua que no tenemos, de las casas que faltan, de las autopistas que no se hicieron, de la educación comprometida que no se dio.

Esta pandemia nos encuentra en un mal momento, y de seguro nos llevará más abajo aún, pero, como dice el viejo refrán popular, a veces hay que tocar fondo para empujarse y volver a salir… Con suerte este fondo, y el paisaje revelado, nos darán impulso y sabiduría para, una vez más, salir a flote.

Muchos opinan que la explosión de tomas de tierras de los últimos meses es una reacción directa de estas profundas carencias y marcadas asimetrías entre los que más tienen y los que no tienen nada, y puede ser… pero también es bastante evidente la mano organizadora de sectores de la política que nunca fueron capaces de resolver legítimamente las necesidades de las personas.
¹ Arquitecto (UNR). En el año 2000 establece su estudio profesional en Rosario, desde donde desarrolla y construye obras en Argentina y Uruguay. Sus obras han sido difundidas y publicadas en América y Europa. Alterna su trabajo profesional con la docencia, la cual ejerce desde 1998 en la Universidad Nacional de Rosario. Ha colaborado también como docente con la Universidad de Navarra (España) y en la Universidad IUAV de Venecia.
Fotografías: ANRed, CC by 4.0, https://www.anred.org/2020/11/17/salta-desalojan-a-8-familias-en-barrio-los-pinos-van-39-desalojos-este-ano-en-la-provincia/ y https://www.anred.org/2020/10/30/no-se-castigo-tomar-lo-que-no-se-debe-sino-la-impertinencia-de-los-pobres-de-poner-en-duda-las-reglas-del-juego/.