”Los datos que en los noventa nos sensibilizaban (África) son hoy los de nuestro país; la mitad de la población vive con menos de dos dólares y medio al día (39.000 pesos familiares al mes equivalen a 300 dólares, que para un promedio de cuatro integrantes por grupo familiar da esa cifra).”
Los datos que en los noventa nos sensibilizaban (África) son hoy los de nuestro país; la mitad de la población vive con menos de dos dólares y medio al día.
Por Juan Tonelli¹
En Europa, un joven o un inmigrante que gana mil euros mensuales es calificado despectivamente como un “mileurino” o “mileurista”. En Argentina, una familia (dos salarios) que tiene ingresos equivalentes a mil euros pertenece al diez por ciento más rico de la población.
Según datos del INDEC, para estar dentro del diez por ciento de familias más acomodadas se necesita que ese grupo familiar genere más de 94.000 pesos mensuales. El promedio de ingresos familiares en el que se encuentran las familias que ganan 95.000 pesos, y las familias más ricas del país, es de 142.000 pesos. Mil euros. Si una familia tiene ingresos superiores a los 142.000 pesos del promedio, ya está dentro del dos por ciento más rico del país.
“¿Cuándo se jodió el Perú?”, se preguntaba Vargas Llosa en Conversaciones en la catedral. ¿Cuándo se jodió la Argentina?
Los montoneros que pretendían la revolución socialista por las armas se quejaban por lo injusto de nuestro país. Había cuatro por ciento de pobres.
El llamado “Proceso de Reorganización Nacional” no nos reorganizó demasiado: duplicó la pobreza y dejó al país con algo menos del diez por ciento de sus habitantes en esa situación.
Después vino la democracia, con la que se come, se cura, se educa; nos estacionamos en un piso del treinta por ciento de pobreza, con picos del cincuenta en el 2002, y ahora seguramente ya lo estemos superando. De hecho, según datos del INDEC de mayo, más del cincuenta por ciento de la población no puede comprar la canasta básica (ingresos familiares de 39.000 pesos contra una canasta estimada en 42.000).
Los datos que en los noventa nos sensibilizaban (África) son hoy los de nuestro país; la mitad de la población vive con menos de dos dólares y medio al día (39.000 pesos familiares al mes equivalen a 300 dólares, que para un promedio de cuatro integrantes por grupo familiar da esa cifra).
Ahora nuevamente está en discusión el nivel de presencia del Estado en la economía. Como si esa fuera la pregunta que nos va a sacar de este lugar. No tenemos que ir a Europa para debatir si el camino es el de Francia o Inglaterra. Nuestros vecinos de Chile y Uruguay nos muestran que puede haber un Estado más chico y que las empresas sean controladas para que no abusen, o un Estado más grande en el que si bien las empresas no son tan eficientes como las privadas, funcionan dignamente y ganan dinero. Nosotros no tenemos esa suerte: pasamos de Marsans que vacía la empresa a perder de 600 a 1000 millones de dólares por año con Aerolíneas. Y la lista de este falso dilema es larga.
Ahora que nadie puede pedir que vengan los militares a poner orden, no tenemos más remedio que culpar al peronismo, actor central de estos casi cuarenta años de democracia. Y en menor medida al radicalismo, a Cambiemos y a la Alianza.
Vamos de desencanto en desencanto. Siempre nos engañan. Somos unos desafortunados que solo tenemos la mala suerte de tener estos políticos. ¿O será que nuestra sociedad tiene algo que ver?
